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  • Foto del escritorLucio Gutierrez

¿Lo estoy haciendo bien? La saturación culposa de la madre corriente

Vivimos expuestos a datos, cifras, mensajes, fechas límites, conversaciones interesantes, frases de impacto, imágenes, opiniones, opiniones y más opiniones. Un insufrible mundo de opiniones.



Ser padres en los tiempos modernos no escapa a esta condición. Es cierto que ‘nadie te enseña a ser mamá’ decían antiguamente. ¿O si? Hoy una madre que se pregunta si lo está haciendo bien (sobretodo la primeriza) visita BabyCenter, Parents, KidsHealth, GuiaInfantil, o Cualquier-blog-que-se-le-ocurra-que-esté-de-moda.com.


Que estimule al nene, que no estimule tanto. Que si portear, o no. Que si amamantar, hasta cuando, o mejor fórmula. Que cuando la nena debe hablar, gatear o caminar, que las alertas tempranas y los signos de que ‘hay un problema’. Que duérmete-niño, que co-lecho, que cuidado con la muerte súbita. Que la Academia Americana de Pediatría, que mejor la Española (que sus guaguas deben ser más parecidas…), que la Británica, que son menos escandalosos. Que la Medicina Tradicional, la Holística, la Biológica, el Biomagnetismo, la Homeopatía o quizás Antroposofia. Que qué comer, que los pesticidas, el agua con metales, el aire contaminado, los pañales desechables, los rayos UV, el BPA, el BPS. Y mucho, mucho más.


Un aspecto vital para el desarrollo emocional temprano del bebé es que su mamá pueda adaptarse a las necesidades de éste en un estado de ‘devoción ordinaria’: atenta, sensible y lo más libre de preocupaciones posible, brindando una pauta de crianza basada en relaciones tranquilas. Ciertamente problemas van a llegar a la crianza, pero estamos hablando acá de la melodía de fondo. En general los bebés prefieren la repetición de una sonata de cuna a una larga lista de canciones de rock pesado. Lo mismo podríamos decir de la actitud de mamá.


Sin desconocer el valor de la abundante información hoy disponible, la saturación de opiniones es un riesgo para la mamá contemporánea. Al entregar tanto ‘debe hacer’ técnico, científico u opinológico (Dr. Phil style) la sociedad termina fomentando en la madre común el sentimiento de ser incompetente (‘los expertos saben’), alimentando la culpa por no saber (‘debería estar informada’) y aproximándola dubitativamente a la naciente relación con su bebé. Esto puede ser catastrófico para la díada madre-bebé. Sobretodo si el padre o quien ocupe su lugar también ha permitido que esto avance, o peor aún lo ha alentado.


La información debe ser una orientación que nunca vaya más allá de su propio juicio Al final del día Ud. sabe mejor que nadie los modos en los que crece, disfruta y enferma su bebé. Lo ha ido aprendiendo con la experiencia o lo hará, si se da el tiempo para ello. Vale la pena acallar la voz del experto o la amiga de turno en su mente. Tanto su hijo/a como Ud. saldrán fortalecidos de su esfuerzo por descubrir, en sus propios términos, lo que significa ser mamá.


Columna en Mirada Diaria

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